En algunas zonas se cumple el aislamiento pero en otras se ve movimiento. Hay personas que "no saben qué responder" cuando se les pregunta por qué están en las calles en lugar de en sus casas.
A casi una semana de decretado el aislamiento social obligatorio, como medida preventiva para evitar el contagio de coronavirus en el país, Mar del Plata continúa con una postal poco habitual: calles vacías y fuerte presencia policial con controles tanto en la ciudad como en los accesos.
En el retén ubicado en la caminera de ruta 2, minutos antes del mediodía de ayer, el ritmo de autos que circulaban por el lugar era bajo y correspondía, sobre todo, a personas que vivían en los barrios más alejados, como La Florida y Las Margaritas.
Según señaló a LA CAPITAL personal de la Policía Federal presente en el lugar -también había agentes de policía bonaerense y de tránsito municipal-, el panorama se “tranquilizó” conforme avanzaron los días.
“La gente que va a trabajar trae consigo las autorizaciones correspondientes, mientras otros sólo salen para ir a la farmacia o el supermercado”, indicó.
Así y todo, los agentes reconocieron que el martes tuvieron que realizar “un gran número de actas”. “Al ser feriado, se registraron personas que querían venir a la ciudad”, indicaron a LA CAPITAL.
En cuanto a los controles urbanos que realizan efectivos que recorren la ciudad, varios advirtieron el acatamiento parcial al aislamiento que hay en los barrios más periféricos.
Además, señalaron que son varias las personas que “no saben qué responder” cuando se les pregunta por qué están en las calles en lugar de en sus casas.
Así y todo, y más allá de los irresponsables que no comprenden la importancia de intentar reducir las posibilidades contagio al máximo, el panorama general de la ciudad es de un vacío total.
Desde el centro hasta zonas más alejadas pero igual de comerciales como la avenida Constitución, el ritmo este miércoles se asimilaba al de un domingo en pleno invierno.
Por otra parte, todos los comercios habilitados a estar abiertos, como las farmacias, las ferias comunitarias, carnicerías y verdulerías, permanecen abiertas pero con carteles anunciando los horarios reducidos. La mayoría atenderán de 8 a 19, mientras que algunos marcan como horario de cierre las 18.
Las medidas preventivas, en tanto, siguen cumpliéndose: atención a no más de dos clientes por local y filas afuera de los mismos a más de un metro de distancia entre personas. La provisión de alcohol en gel en los ingresos sumado la higiene de los mismos también forma parte de los protocolos puestos en marcha.